miércoles, 7 de julio de 2010

Descansa en Paz

El sábado 19 de Junio escribía en mi Face, que lo malo de que me gustara escribir, es que los días nublados me ponían nostálgico y también a veces me deprimía, ese fin de semana, tenia planeado ir a celebrar el cumpleaños de una amiga en Puebla, no entendía por que no podía ir.

El Martes 22 de Junio era nublado, tenia mucho sueño y no me podía despertar, pues hacia frio y había una ligera lluvia que me hacia querer seguir en cama, y además como me sentía medio mal del estomago desde el domingo por la noche con mas razón.

Salí de mi casa y en mi trayecto al trabajo escuche en el metro a unas de esas clásicas señoras chismosas, hablaban de un señor que estaba celebrando el día del padre con sus hijos el sábado y que el domingo falleció, se impresionaban de que el señor estaba bien y de repente suspiro su ultimo aliento. Inmediatamente recordé que mi abuelito al igual que yo estaba enfermo del estomago, pero en general estaba muy bien, en la noche había pensado faltar al día siguiente pues quería ir al doctor con mi abuelito, eso habría sido lo mas sabio, pero preferí avanzar algo en la oficina y regresar temprano para ir al doctor con el.

Eran aproximadamente las 11:30 a.m. de la mañana y mi celular no dejaba de sonar, yo estaba en la oficina de mi jefa y me informaron que estaba sonando, me dieron permiso de contestar y fue cuando me informaron que mi abuelito estaba muy grave, el pánico me invadió, pensé en lo peor, me temblaban las piernas y se me quebraba la voz cuando le informe a mi jefa que me tenia que ausentar de emergencia, cuando iba bajando a la calle mi mente pensó en tantas cosas que no me concentraba en nada, tome un taxi para llegar mas rápido a mi casa pues a esa hora es relativamente mas sencillo transportarse en automóvil, desgraciadamente en la glorieta de insurgentes, había cortes a la circulación por unos fanáticos que se habían ido al Ángel, mi coraje fue demasiado alto pues de por si había muchas cosas que no me gustaban en este mundial, sin duda esto acabo de refrendar mi antipatía al futbol.

Dentro de un trafico en el que era imposible avanzar me informaron que mi abuelito ya había fallecido, no lo podía creer, miles de pensamientos se agolparon en mi cabeza y un torrente de sangre subió a mi cabeza, no pensaba con claridad, lo primero que pensé fue en mi madre, pues su estado no es el mejor para conocer este tipo de noticias, en realidad no podía creer que mi abuelito ya estaba con el Señor y como comente el primer servicio que se hizo, era una sensación agridulce, Agria al conocer que ya no le vería mas en esta tierra, dulce por que ya esta con nuestro Salvador el Señor Jesucristo y con mi abuelita y todos alaban y adoran a nuestro Dios lleno de Gracia.

Hoy son 2 semanas de este trágico acontecimiento, la Mano de Dios se ha manifestado de una manera increíble y el apoyo de todos mis hermanos en la Fe lo he sentido de una manera inexplicable, en verdad ser hijo de Dios y no solo su criatura, te ayuda a ver esto con una perspectiva diferente a la que el mundo tiene de la muerte, me hace sentir una paz en medio de la gran tormenta que se ha suscitado, y es en los momentos mas oscuros cuando realmente sentimos que como Hijos de Dios no estamos solos, no cabe duda, su fidelidad es grande.

Aun me cuesta entender como mi abuelito a pesar de tener 80 años parecía un hombre mas joven, a pesar de su edad jamás dejo de manejar y nunca decayó su estilo de manejar, y lo mas importante el también fue un hombre fiel a su Dios, sin duda un ejemplo que muchas veces pase por alto pues se me hacia normal, la noticia nos tomo a todos de sorpresa, y cuando nuestros hermanos en la fe se enteraron aun mas, ¡No podían creerlo! pues el domingo, lo habían visto sano. Y si efectivamente la vida no la tenemos segura, un día parecemos estar bien y otro ya no estamos mas aquí, es importante como dice Santiago decir “Si Dios quiere” no como una frase mas si no como una realidad, si aun no has aceptado a Cristo como tu salvador es tiempo que tomes tu decisión pues, nunca sabes si llegaras al día siguiente y donde pasaras el resto de la eternidad, todo tenemos inmortalidad, la única diferencia es decir donde la vas a pasar.

El ultimo domingo de su vida el siguió con su Señor y cumpliendo su ministerio, sin duda el legado que dejo fue muy grande, su preocupación por los hermanos que no asistían y bautizar a los hermanos son dos ejemplos muy grandes que me marcaron, no puedo evitar sentirme conmovido al escribir estas líneas en agradecimiento a Dios por permitirme haberlo tenido como mi abuelo y algunas veces como ejemplo, agradecimiento por que a través de la sangre de mi Señor Jesús mi abuelito hoy goza esa nueva vida, solo por medio de Jesucristo alcanzas la salvación de tus pecados, ni por los santos, ni confesiones a un hombre, ni las buenas obras ni nada te salva, solo Jesucristo.

También me hizo sentir gran apoyo como la familia en Cristo, la iglesia en la que me reúno estuvo con mi familia en estos momentos tan difíciles, y aun mis hermanos en otros lados de la república que a través del celular, el Facebook o el e-mail estuvieron conmigo, gracias a todos por que el Amor de Cristo se manifestó de una bella forma en estos días tan complicados.

La vida sigue adelante y es tiempo de empezar a vivir la vida sin el, no ha sido fácil se siente hasta en las pequeñas cosas su ausencia, pero en su ausencia las promesas de Dios llenan ese espacio y nos ayudan a salir adelante, vivo confiando en que mi Dios pues suplirá todas las necesidades y nunca me abandonara ni me desamparara, que su amor es tan grande que no es medible en términos humanos, ¡Gracias Dios por todo lo que has hecho en mi vida! ¡Gracias por que mi abuelito en realidad ha dejado de sufrir en la carne y ahora se goza alabando tu santo nombre! No existe un amor más grande.

Extrañare abuelito las citas que me ayudabas a encontrar en la Biblia, tus consejos a la hora de manejar, y las historias que aunque ya me las sabía y no cesabas de repetirlas ahora las extraño. Esto es un solo un hasta luego, pues estaremos juntos algún día en cielo.