miércoles, 18 de noviembre de 2009

Indiferencia

Se dice que una hora pico en una gran ciudad si alguien se cae, nadie lo ayudara a pararse de nuevo, la indiferencia sin duda ha llegado para quedarse, especialmente en las grandes urbes como la ciudad de México, que nos ha hecho inamovibles en los aspectos sociales, hoy en día solo nos preocupa el bien propio y no nos interesa ayudar al prójimo.
Hoy me encontré con una gran desgracia, algunos de ustedes conocen que en mi trabajo debo estar muchas veces en las calles de esta hermosa ciudad, y el día de hoy me encontré con una escena que sin duda no podre sacar de mi cabeza en mucho tiempo, en una conocida estación de transbordo en el metro vi el cadáver de un hombre con la cabeza envuelta en un halo de sangre, sin duda un acontecimiento trágico, desconozco las causas de esta situación pero lo mas impactante fue ver a la gente caminar con una total indiferencia hacia sus semejantes, se escucho a lo lejos el grito de espanto de una joven que sin duda llamo la atención aunque no lo suficiente.
Para mi desgracia no había señal para llamar a la línea de emergencias, así que hasta que emergí a la superficie pude realizar la llamada, sin duda alguna esta situación se encuentra muy ligada hacia una humanidad postmodernista interesada mas en su persona que en la sociedad que le rodea, a todos nos importa vernos muy bien ante los demás pero la verdad cómo dice Eclesiastés 1:2 Vanidad de vanidades, dijo el Predicador; vanidad de vanidades, todo es vanidad. Es un libro bíblico que invito a mi círculo de lectores a conocer a fondo para conocer el impacto de estas palabras, realmente considero que debemos cambiar la mentalidad que nos tiene prisioneros y volver hacia el camino que es Jesucristo. No por esto seremos perfectos, mas sin duda podremos llevar nuestras vidas más acordes al propósito bíblico y por ende a disfrutar de la vida eterna.